Si hay un aspecto destacable y de especial estimulación en la vida de un triatleta, ese es la competición. El “efecto dorsal” genera un torrente de motivación que nos hace disfrutar con cada entrenamiento
ACABAR EL AÑO COMPITIENDO
Hay triatletas a los que el “gen competitivo” les dura todo el año, y si han sabido desconectar y descansar el tiempo prudencial, afrontarán el mes de Septiembre u Octubre con garantías, planteándose una última prueba para cerrar la temporada.
Una vez transcurridos los calurosos meses de julio y agosto, habremos realizado esas series cortas que nos hagan recordar los ritmos de competición poco a poco, haciéndolo de manera progresiva e individualizada.
Un mes antes de esta última competición, la carga de entrenamiento debe ser más alta, siendo de vital importancia respetar los ciclos de descanso, nutrirse de forma correcta y si además, disponemos de un entrenador; tener un feedback recíproco donde las sensaciones primen sobre la carga impuesta, será de gran ayuda y motivación.
PERÍODO DE DESCONEXIÓN
Nos encanta entrenar, pero hay que retomar otros hobbies que teníamos abandonados, reforzar los lazos de amistad o afectivos, y sobre todo saber desconectar y descansar.
Hay personas que necesitan sólo una o dos semanas, otros un mes… Considero que ha de ser proporcional la carga física y psicológica producida por las competiciones y los entrenamientos con el descanso.
TRAS UN DESCANSO PRODUCTIVO: COMIENZA LA PRETEMPORADA
Durante el primer mes de pretemporada comenzaremos a entrenar las zonas bajas de pulso. En carrera, por ejemplo, podremos hacer caminatas largas por el monte para ir fortaleciendo toda la musculatura inferior o sesiones fáciles de carrera de 30 a 60 minutos sin la presión del reloj.
En bici, realizaremos salidas fáciles de dos o tres horas, con una cadencia alta de pedaleo, a poder ser en zonas llanas o con poco desnivel positivo. Realizar entre ocho o diez salidas para crear una buena base aeróbica para futuros meses.
Éste puede ser un momento propicio para mejorar en el nado, donde tras un buen calentamiento, realizaremos ejercicios de técnica individualizados, los cuales nos harán mejorar nuestras deficiencias técnicas en esta disciplina.
Estas sesiones se verán reforzadas con un buen trabajo de gimnasio, realizando circuitos de tren superior e inferior, llegando a cargas máximas del sesenta o setenta por ciento de nuestra capacidad.