Un año después de lesionarse la que fuera campeona del mundo Ironman tira de su natación y un final perfecto para sellar una victoria redonda delante de su afición.

Como si de Marbella en noviembre o una reminiscencia de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 se tratase se presentó la carrera de T100 Londres de la élite femenina donde las seis primeras clasificadas, incluidas las tres vencedoras de lo que iba de curso y la ganadora del evento británico de 2024, estaban presentes. Con ese cartel, la prueba prometía emociones fuertes y así lo hicieron con un primer y tercer acto trepidante cuyo final desató el fervor local.

KNIBB RESISTIÓ LA AVALANCHA BRITÁNICA


Agresiva. Así fue la natación que las mujeres propusieron y ejecutaron en las aguas de Royal Victoria Docks, más digna de una piscina que de unas aguas abiertas y cuya instigadora no podía ser otra que Lucy Charles-Barclay respaldada en segundo plano por Jessica Learmonth.

La inglesa tardó apenas unos metros en imponer un ritmo que seleccionó la carrera antes incluso de alcanzar la primera de las boyas en un recorrido repleta de ellas. Presionó y ganó porque lo que en principio fue un grupo de siete, al final de la primera vuelta era apenas de cuatro y al concluir el segmento acuático ambas triatletas junto a Kate Waugh y una Taylor Knibb que tuvo que pelear lo indecible para aferrarse a los pies de la británica se encaminaron a las famosas escaleras de la T1 en el Excel Centrecon una ventaja de +40” sobre Holly Lawrence (quinta en esos momentos), +59” sobre Georgia Taylor-Brown o +1’26” respecto al trío de Ashleigh Gentle, Lisa Perterer y Julie Derron, las favoritas más perjudicadas en ese primer sector.

Combatividad en el agua cuya versión más amarga vivió Megan McDonald, quien se lesionó en los primeros metros y en un acto inusual en T100 se vio obligada a abandonar en el evento de casa. Un golpe para la triatleta que en las últimas semanas mostró la ‘cara B’ de las ganancias económicas del triatlón profesional.

80K DE INTERLUDIO CICLISTA


Sobre la bicicleta el guion parecía claro de antemano y Learmonth de quien en su momento hablamos de su ‘plan suicida’ se remitió a esa escaleta programada. Tomó el mando del cuarteto y ejerció de cicerone de Waugh, Charles-Barclay y Knibb por el técnico trazado londinense. Jessica guio y durante 50Km el resto respondió y aprovechó esa bandeja de plata que les sirvió su compañera de viaje.

Juntas vieron como la distancia respecto a su inmediata perseguidora, en este caso Lucy Byram, ascendió hasta sobrepasar ligeramente los dos minutos de ventaja; mientras que hasta los tres se encaramó la diferencia respecto a estrellas como Derron, Perterer o Taylor-Brown quien hasta entonces había protagonizado uno de los parciales más meritorios sobre las dos ruedas después de romper y perder la parte trasera de la hidratación y después ser víctima de un problema mecánico con su rueda trasero, lo que la hizo perder un tiempo precioso y casi todas sus posibilidades de pelear por algo importante. Con un minuto más para recuperar rodó Gentle.

Entonces, Knibb asumió la cabeza. Hasta entonces la estadounidense se hubo mantenido en la sombra, aprovechando el margen perdido que la T1 y el calzarse los calcetines que el resto no se pusieron le dejaron sobre las otras tres. Sin embargo, el ataque de la bicicleta en mayúsculas del pelotón femenino de T100 no llegó y la norteamericana perdió su gran baza. Su ritmo no fue superior al de Learmonth y en lugar de marcar las diferencias, propició cierto acercamiento de Byram, aunque no del resto.

Después, Charles-Barclay trató de dar continuidad a lo que su compatriota había realizado, pero, aunque el resultado le dejó en tablas con la labor de Knibb, sí le granjeó un escaso colchón de entre 10 y 20 segundos con el terceto. Y así, con el cuarteto intacto y Byram a +2’05” y a 4’25” de Derron, Hannah Berry y Perterer se llegó a la T2, con todo por decidir.

CHARLES-BARCLAY, UN RUSH FINAL QUE VALE MUCHO MÁS QUE UN TRIUNFO


El ciclismo fue el espejismo perfecto de la palabra tregua entre las de cabeza y tan pronto como entraron al Excel Centrecon quedó patente. De hecho, ni siquiera se necesitó de la intervención de terceras para crear la primera diferencia en contra de una Knibb a la que se le ‘rebelaron’ las zapatillas pese a ser la mujer que a priori tenía ventaja en la T2 tras haberse calzado los calcetines en la T1.

Una circunstancia que aprovechó Charles-Barclay para ganar un poco de aire al frente de una carrera a pie en la que Learmonth tenía todas las de perder ante las otras tres y lo hizo antes de alcanzar el primer kilómetro. Menos de mil metros tardó la lógica en imponerse y arrancar de cuajo las esperanzas de contemplar un segundo podio consecutivo de esta y un triplete británico en casa.

Con Learmonth fuera de la lucha por un podio ya cerrado, la emoción se centró en el orden del mismo. ¿Knibb daría su otro golpe sobre la mesa tras ‘fallar’ en San Francisco? ¿Charles-Barclay ganaría por fin su primer evento? O ¿Waugh se convertiría definitivamente en la alternativa al título al final de la temporada? Las respuestas no tardaron en llegar en un T100 Londres en el que por primera vez las tres coincidían en la misma competición.

KNIBB ANTE UNA ‘CRISIS’ DE RESULTADOS NUNCA VISTA

Los ‘regalos’ se pagan o mejor dicho, el no poder aprovechar tus puntos fuertes lo hacen y eso es lo que le pareció ocurrir a una Knibb que nunca pudo seguir el ritmo que impuso Waugh desde el tercer kilómetro y hasta meta se limitó a conceder la menor diferencia posible. Antes de T100 San Francisco jamás había cedido la victoria en un evento de T100 y en menos de tres meses, la norteamericana ya se ha visto obligada a claudicar ante Julie Derron y Kate Charles-Barclay. Ya lo dijo Waugh: ‘Taylor no es imbatible‘.

18K DE ‘FELIZ’ Y VIBRANTE BATALLA BRITÁNICA

Porque sí, Charles-Barclay iba a imponerse este sábado 9 de agosto en T100 Londres en lo que se erigió en una especie de ‘cuento perfecto’ cuyo ingrediente principal fue la emoción que abrazó la carrera a pie de una Lucy y una Kate quienes afrontaron el último 5K separadas por apenas doce segundos y donde la ‘sirena’ se transformó en guepardo para atrapar a su presa a menos de 3K para la meta. Quince kilómetros de persecución y tres de huida a la gloria. Concretamente a ese cielo despejado que le acompañó en los alrededores del Royal Victoria Docks hasta pisar de nuevo y en solitario la meta en Excel Centrecon.

Porque allí donde hace un curso Lucy Charles-Barclay (3:35:51) se tuvo que retirar por una lesión que condenó el resto de su temporada, hoy la británica ganó como ‘reina del pueblo’ delante de su afición y la precursora del movimiento ‘battle braids’ ha firmado las paces con T100 a lo grande: logrando su primer triunfo en la franquicia.

Finalmente, Kate Waugh (3:36:46) consiguió la segunda posición para firmar el doblete británico y su resultado la confirma como candidata a todo en una jornada donde ella también se redimió ante los suyos y recibió el cariño que le faltó el verano previo. Taylor Knibb (3:39:07) cerró el podio.