La estrella noruega confiesa los miedos, errores y debilidades que dejó al descubierto su presencia en un Campeonato de Europa Ironman de Frankfurt más costoso de lo que aparenta.
“Fue mucho más difícil vencer en el Campeonato de Europa Ironman de Frankfurt que en Texas y durante los cinco, seis o siete días posteriores a la carrera, sentí que mis piernas no estaban del todo bien o no respondían tan bien como justo después de la cita texana. Pero estoy contento de ganar y contento de no perder y también fue una buena llamada de atención de cara a Niza”. Es la declaración sin ambages de Kristian Blummenfelt tras reposar el resultado del evento alemán.
Una victoria, la tercera del año, que el noruego ha destripado sin dobleces en su último vídeo de Youtube y en la que extrañamente ha aireado sin discreción tanto sus errores como sus flaquezas, así como los miedos con los que acudía a suelo teutón.
EL BLUMMENFELT MÁS VULNERABLE PRE FRANKFURT: “ME DABA PÁNICO”
Y es que, el ‘Toro’ no las tenía todas consigo ya al aterrizar en la localidad sede del Banco Central Europeo y, tal y como destapa, le causaba “pánico y nervios” no haber hecho una simulación de carrera al aire libre en las condiciones en las que se encontraría el día de la carrera, al mismo tiempo que le provocaba “inseguridad” desconocer cómo iba a reaccionar y aguantar su cuerpo a las altas temperaturas al que iba a ser sometido (30-35ºC) a diferencia del curso anterior.
Al mismo tiempo, Blummenfelt ha confesado que su gran duda era “si estaría en una buena posición al bajar de la bicicleta” mientras que admite que confiaba plenamente en su carrera a pie ya desde Bergen. La tercera y última incógnita y preocupación que rodeó al noruego antes del pistoletazo de salida era la condición de sus rivales, concretamente, la de Patrick Lange y la de Magnus Ditlev. Un danés del que abiertamente reconoce temer su táctica y su bicicleta tras “destrozarle en Kona el año pasado”.

Y EL BLUMMENFELT MÁS ERRÁTICO: “NO ESTABA SEGURO SI SERÍA SUFICIENTE”
Recelos que se hicieron realidad, así como una serie de errores que comenzaron nada más echarse al agua. “Uno de los errores que cometí fue no ser lo suficientemente agresivo en los los primeros 500m. Supuse que el grupo se uniría y que estaría en una buena posición, pero al dar la vuelta en el primer circuito corto de natación me di cuenta de que ya se había abierto una brecha, y pensé que sería un esfuerzo enorme acortarla si podía hacerlo y ni siquiera estaba seguro de si sería lo suficientemente fuerte para alcanzarlos, así que durante toda la segunda vuelta nadé a los pies de otro triatleta tratando de ahorrar tanta energía como fuera posible”.
“ME SENTÍ DESESPERADO” EL CALVARIO DE BLUMMENFELT
El segundo llegó al subirse sobre las dos ruedas para encarar un segmento que afrontaba fuera del primer grupo y con la distancia respecto a Ditlev como mayor preocupación. Algo que quedó en segundo plano al sufrir la pérdida de una de sus botellas de nutrición que condicionó los 180K de bicicleta: “Dependí de los geles energéticos y después de 2h30m estaba vacío de toda la bebida deportiva que tuviera conmigo. Durante los últimos 90m de la carrera me faltaron carbohidratos y tuve que recurrir básicamente al agua durante el recorrido”. Una situación que Blummenfelt admite le azotó psicológica y físicamente: “Me sentí bastante desesperado durante la última hora de ciclismo y también tenía los músculos fatal”.
“Pensé que, si conseguía llegar a la T2 con un grupo, estaría lo suficientemente en forma para recuperarme de cara a la carrera a pie. Fue una lucha constante. En muchas ocasiones me quedé atrás del grupo y luego tuve que volver a unirme de nuevo a él. Así que sí, fue un recorrido más exigente de lo que debería haber sido. Pero de alguna manera logré llegar a la T2 con el grupo principal y tuve una transición rápida de nuevo, ya que me había puesto los calcetines en la T1” confiesa Blummenfelt quien también ha puntualizado que a posteriori descubrió que la tija del sillín estaba algunos centímetros más debajo de lo habitual.
LA RECOMENDACIÓN DEL ‘TORO’
Y si bien la carrera a pie fue coser y cantar como ya pronosticaba desde sus entrenamientos en Bergen, el maratón del hombre que busca su segundo entorchado mundial Ironman no estuvo exento de un pequeño incidente con las molestias que le causó el chip de cronometraje y lanza un consejo para todos aquello/as que lidien con ello: “Es mejor reajustarlo al principio de la carrera en lugar de tener esas marcas que pueden irritar el tendón de Aquiles y causar dolor durante la segunda mitad“. Tal y como afirma, paró, lo arregló y volvió a correr hasta hacerse con la victoria en Ironman Frankfurt.

LOS “SEÑALADOS” DE BLUMMENFELT PARA NIZA
Ironman Frankfurt fue más que una llamada de atención en lo personal para Blummenfelt a quien su paso por Alemania, unido a las otras recientes actuaciones de sus compañeros, le ha servido para mencionar con nombres y apellidos a aquellos que considera serán sus grandes rivales en Niza, a los hombres que pueden sumarse a la terna y a aquellos de los que espera algo más de lo mostrado hasta ahora en la cita mundial:
“Vimos la potencia de Jonas Schomburg y Kristian Høgenhaug en la bici. Supongo que Magnus Ditlev será más fuerte en Niza que lo que mostró en Frankfurt ya que me sorprendió un poco que no fuera más fuerte en la bici. Sam Lailow está de vuelta. Marten Van Riel probablemente será agresivo en el circuito ciclista. No confiaba en Patrick Lange antes de Kona el año pasado, pero esta vez definitivamente creo que es alguien a tener en cuenta. Gustav hizo su mejor carrera probablemente desde Kona en 2022 y Casper Stornes está nadando y pedaleando mejor que yo. Si firma otro Ironman, podría ser un competidor peligroso para el podio”.
DOS MESES, UNA DEBILIDAD A SOLUCIONAR
Hasta que ese próximo 14 de septiembre se desvele el nuevo ‘rey’ del Ironman mundial, el ‘Toro’ no tiene otro objetivo en mente que “realizar mucho trabajo en la bicicleta, volver a subir el umbral y controlar el golpe de pedal perdido”. Algo que considera esencial para ser “más fuerte y más rápido” en Niza.