Los triatletas somos personas concienzudas y si algo nos describe por lo
general es la planificación y el establecimiento de objetivos. Estos objetivos
normalmente son difíciles de alcanzar, por lo que implica muchas horas de esfuerzo y sacrificio.
Pues cuando logramos ese gran objetivo del año, nos encontramos con una
sensación agridulce, dado que por un lado estamos contentos por el hecho
de haber sido capaz de lograr ese objetivo y no habernos rendido por el
camino, pero también nos suele venir una sensación de vacío en la que nos
preguntamos bien y ahora qué hago con mi vida.
Uno de los objetivos más habitual entre los triatletas es el de completar un
larga distancia en la temporada. Si vemos las actividades en Strava o
Training Peaks de amigos o compañeros que han logrado ese objetivo,
después de ello observamos que ya no hay actividades o son muy escasas.
Es cierto, que preparar un objetivo ambicioso es un proceso largo que nos
va a dejar exhaustos y que seguramente estemos cansados de tanto
entrenamiento. Y es lógico, entendible e incluso aconsejable que dejemos
de entrenar, pero no confundamos esto con abandonarnos por completo.
Lo primero que vamos a necesitar para superar esta pequeña depresión es
un merecido descanso, ya no sólo para recuperar a nivel muscular si no
también para que podamos desconectar y volver a nuestro deporte con
energías renovadas. El peligro de este descanso puede ser que nos
apalanquemos en él y no salgamos, por lo que mi consejo es aprovechar
para practicar otros deportes. Podemos usar este descanso para por
ejemplo salir andar al monte o quedar con amigos para un buen partido de
pádel.
Otro factor muy importante para volver a entrenar, va a ser el
establecernos de un nuevo objetivo no tiene por qué ser el gran
objetivo de la siguiente temporada pero si algo que nos motive y nos
suponga cierta dificultad que nos vaya a obligar a entrenar. Un ejemplo
puede ser que bajemos un tiempo determinado en una carrera.
Por último, un aspecto que también nos va a ayudar a superar la depresión
del finisher va a ser el hecho de entrenar en grupo y reconozcámoslo
muchas veces la única motivación que tenemos para la salida de 120km en
bici es la tortilla y el café a mitad de camino con la grupeta. Pues lo mismo
nos va a pasar, por el hecho de volver a encontrarte con tus compañeros de
fatiga vas a querer retomar los entrenamientos.
Espero que os haya podido ayudar si estáis pasando por esta depresión del
finisher o si estáis cerca de conseguir vuestro gran objetivo del año.
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