Muchas personas lo hacen casi cada día, la dificultad radica ahí, en que no es casi, es cada, cada día, haga frio, viento o llueva, haya cansancio, desmotivación o malestar.
Empecé el 23 de septiembre, sé que no escribe el final, hasta que se cruza la línea de meta de una carrera, este reto no es una excepción. Al terminar el recorrido del día, me queda una sensación agridulce, contento y satisfecho por haber hecho la parte diaria y preocupado o expectante por hacer las siguientes, hasta que llegue el último día, el 31 de diciembre.
He tenido momentos de grandes alegrías y sorpresas. Amigos que me han acompañado en algún trayecto, dos entrevistas para la radio, amigos nadadores, que montaron una salida por la montaña para compartir el reto conmigo, la sorpresa de salir en el cartel de la Sant Silvestre Ganxona, donde finalizo el reto, la satisfacción de superar las adversidades, descubrir nuevos parajes, recibir ánimos de desconocidos.
Momentos duros, como fue la visita a urgencias por un caída, por suerte lo que parecía el final, por una costilla rota, solo fue un punto y aparte, por una fuerte contusión, que me obligo a andar despacio, haciendo más importante aún, durante 43 días, la gestión del tiempo, ha habido jornadas en que el cansancio, la pereza y el mal tiempo se han aliado.
Cuando he podido, he seguido con otra de mis grandes pasiones, nadar en el mar, con neopreno o a piel, en travesías organizadas por Neda el Món, Marnaton y Radikal o como entreno particular, pero con la preocupación de que una medusa no me pique en los pies, pues pondría en peligro, el éxito del proyecto.
La larga distancia es el motor que mueve mi vida, he renunciado a participar en pruebas de montaña por el desgaste y posibles lesiones, he optado por prueba de pista, los 100 km de Terrassa, de los que solo pude hacer 55, debido a la lesión, la espinita me la saque en las 24 hores d’atletisme, en que pude recorrer 138 km.
Durante estos días me ha pasado un poco de todo, desde la caída, a que unos me soltaran a su perro, a olvidarme de poner correctamente en marcha el gps y tener que volver a empezar, he disfrutado mucho de mi momento diario del reto, ese en que solo importa hacer los 10 km, los problemas se esfuman y vuelven siendo más pequeños. También he aprendido mucho y espero seguir aprendiendo.
En la página No Puc Parar de mi blog, se pueden encontrar todos los escritos relacionados y el track diario acompañado de la descripción del recorrido, con un comentario, una sensación o un pensamiento que tuvo lugar durante los 10 km.
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