La australiana relata su episodio más personal tras perder el bebé que esperaba y en una carta abierta trata de visibilizar una realidad femenina que en muchos casos queda para una misma.

En las últimas horas compartíamos la intrahistoria de la participación de Lucy Byram en la Gran Final del circuito T100. Sin embargo, el relato de superación de la británica no fue el único que se produjo en Catar. Ashleigh Gentle también se presentó con el corazón roto en la línea de salida de Doha, en su caso, al llorar la pérdida del embarazo que esperaba. Pese a ello, la australiana fue capaz de terminar la carrera en sexta posición para concluir en la clasificación general en cuarto lugar.

La triste noticia la comunicó la propia triatleta en sus redes sociales dos días antes del último evento del año y, tal y como en ellas mentó, Gentle sufrió un aborto espontáneo la semana previa, cuando estaba embarazada de unas siete semanas. Un suceso vital que la que fuera bronce mundial en Ironman 70.3 describe como “Algo que no desea a nadie” y hurgando en su propio sentir de los últimos días la aussie se confesaba “invadida por las emociones” en un lapso de tiempo entre su plata en T100 Wollongong y T100 Catar – ahora se explica su ausencia en T100 Abu Dabi – en el que más allá de transitar por la noticia de su buena nueva y posteriormente la pérdida de este “intentaba celebrar el último triatlón de Josh (Amberger) en Chile” con el que su pareja ponía fin a su trayectoria en el triatlón con un segundo puesto en Patagonman Xtri.

“NO SABÍA CÓMO IBA A RENDIR EN LA GRAN FINAL DE T100”


Asimismo, Gentle admite que se sintió “un poco loca” al subir al avión destino a Doha, al mismo tiempo que exponía sus temores al reconocer que “no tenía ni idea si podré competir y espero que nadie se sienta decepcionado por ello”. No obstante, lo hizo, nadó “una de las peores pruebas de natación de mi vida” y después remontó en solitario para sellar un TOP6 que, tal y como acepta “es un resultado con el que no estaría satisfecha a principios de año, pero (ahora) me voy orgullosa”. Especialmente, porque “realmente no sabía cómo iba a rendir”.

“MUCHAS MUJERES LO SUFREN, PERO PUEDE HACERTE SENTIR AISLADA”


Sin embargo, no es el resultado parcial ni global del año lo que Gentle ha querido reivindicar con la difusión de uno de los capítulos más personales de su vida, sino romper el tabú acerca del aborto involuntario, así como del duelo que le rodea. Como bien comenta “podría compartir fácilmente una historia diferente y fingir que todo ha sido perfecto, pero es agotador, y la realidad es que la vida no siempre se desarrolla como esperamos”.

En cambio, inspirada por tantas y tantas mujeres de su alrededor ha querido poner su grano de arena y visibilizar y desestigmatizar una experiencia común entre las mujeres: “No hay que avergonzarse en absoluto de sufrir un aborto espontáneo: muchas mujeres lo sufren, pero puede hacerte sentir increíblemente aislada”, pero apunta ¡Somos más fuertes de lo que creemos!”.

Un mensaje y testimonio que se alinea con el que en su momento brindaron triatletas para nosotras tan cercanas como Judith Corachán o más recientemente Helene Alberdi y, como ellas, la australiana confiesa que su anhelo para con la maternidad sigue intacto: “espero que algún día tenga el privilegio de ser madre”.

Un deseo, situación actual e hipotético escenario futuro que no le impide seguir pensando en clave triatlón: “Estoy muy agradecida por las oportunidades que tengo en este deporte y aún hay muchas cosas que quiero lograr”.