El conflicto entre Strava y Garmin podría cambiar la rutina digital de millones de deportistas en todo el mundo. La popular red social para atletas ha demandado al fabricante estadounidense por la supuesta infracción de varias patentes relacionadas con funciones clave de la plataforma.

La acción legal, presentada en EEUU, acusa a Garmin de haber copiado elementos protegidos de Strava, entre ellos los famosos segmentos, tramos de ruta en los que los usuarios compiten por tiempos, y los mapas de calor (heatmaps), que muestran las zonas más transitadas por ciclistas y corredores. Según Strava, estas herramientas habrían sido replicadas por Garmin vulnerando un acuerdo firmado entre ambas compañías en 2015.

POSIBLE BLOQUEO DE SINCRONIZACIÓN ENTRE AMBAS PLATAFORMAS

Mientras el proceso judicial avanza, Garmin ha endurecido sus condiciones de uso que conecta sus dispositivos con Strava. La marca exige ahora que cada actividad subida desde un reloj Garmin muestre visiblemente su logotipo, algo que Strava todavía no ha aprobado.

El fabricante ha fijado el 1 de noviembre como fecha límite. Si Strava no acepta los nuevos términos, la sincronización automática entre ambos servicios podría interrumpirse, dejando a los usuarios sin la posibilidad de subir sus entrenamientos con un solo clic.

Una situación que perjudicaría a ambas partes: Garmin perdería visibilidad en la mayor red social de deportistas del mundo y Strava vería reducida una parte significativa del contenido generado por sus usuarios.

UN NEGOCIO MILLONARIO EN JUEGO

La conexión entre Garmin y Strava ha sido durante años uno de los pilares del éxito de ambas compañías. Para los deportistas, el proceso era transparente: basta con completar una sesión con el reloj y, automáticamente, los datos se cargaban en Strava para compartir rutas, tiempos y logros.

La ruptura podría tener consecuencias directas en la fidelidad de los usuarios. En el informe anual de Strava de 2024, Apple superó por primera vez a Garmin como principal fuente de datos de entrenamiento en la plataforma.

LOS USUARIOS, DIVIDIDOS

El conflicto ha generado un intenso debate en redes sociales y foros deportivos. Muchos atletas aseguran que su vínculo con Strava es más fuerte que con cualquier dispositivo, mientras que otros consideran injusto que una disputa corporativa pueda afectar su experiencia.

UN FUTURO INCIERTO PARA DOS GIGANTES DEL DEPORTE DIGITAL

Por ahora, Garmin no ha respondido públicamente a las acusaciones. Sin embargo, se espera que en su próxima reunión con inversores, prevista para finales de mes, la compañía aborde la situación.

Strava, por su parte, no busca únicamente una compensación económica: solicita una orden judicial permanente que impida a Garmin seguir utilizando las funciones disputadas.

El resultado del caso podría redefinir la relación entre ambas plataformas deportivas, y marcar un precedente sobre el uso compartido de datos y tecnologías en la industria del deporte digital.