Estamos a un mes de la disputa del Zalaris Norseman 2025, un evento tan duro como deseado y que este próximo 2 de agosto contará con una española en la línea de salida

Contexto e historia


El Norseman Xtreme Triathlon se celebra cada año en Noruega y es una de las pruebas más duras y extremas dentro del mundo del triatlón, pero aún siendo así es de las más deseadas de realizar por miles de triatletas cada año, pero solo unos pocos pueden hacerla. Fue en el año 2003 su primera edición, un primer evento en el que solo 21 triatletas participaron.

Para la edición de este año han sido 6.304 los triatletas que han optado a esos únicos 250 dorsales en el sorteo que se celebró el pasado mes de octubre, lo que está convirtiendo Norseman en la prueba más codiciada del triatlón a nivel mundial.

A modo simplemente comparativo con el Mundial de Ironman de Hawaii,  son casi el doble los deportistas que solicitan ir a Norseman que los que intentan ir a Kona.

A diferencia del sistema tradicional de Ironman, que consiste en carreras clasificatorias a lo largo del año, el sistema de acceso a Norseman es un sorteo puro y duro donde tus tiempos parciales no importan, solo vale que tu número salga del bombo.


¿Qué hace diferente a Norseman?



Mientras que la mayoría de las carreras prometen tiempos rápidos y condiciones perfectas para competir, Norseman ofrece justamente lo contrario, condiciones duras y extremas, es por esto por lo que llama la atención de miles de deportistas cada año.

El triatlón comienza con un salto de 4 metros desde un ferry a las gélidas aguas del fiordo de Hardanger, que a veces alcanzan los 10 °C de temperatura. Se salta, se nada 3,8 km hasta la orilla y, tras coger tu bici en la transición se afronta un durísimo recorrido de ciclismo de 180 kilómetros pero con un inicio brutal, acumulando un desnivel de 915 metros en los primeros 40 kilómetros y pendientes que alcanzan el 29 % en algunos tramos.

El punto de inflexión en carrera



Pero es en el kilómetro 25 de la carrera a pie donde se encuentra lo verdaderamente duro y es que mientras que la mayoría de las carreras ironman se aplanan en sus kilómetros finales,  Norseman envía a los triatletas a Gaustatoppen, una subida de montaña de 1400 m de desnivel tan peligrosa y técnica que los deportistas deben llevar consigo equipo de emergencia y subir con un compañero de supporter.

Pero esto no es todo, cuando llegas al kilómetro 37 de la carrera a pie, cuando solo quedan 5 kilómetros para terminar , instalan un punto de control del que solo los primeros 160 deportistas tendrán la opción de pasar y poder seguir ascendiendo y terminar la prueba.

Todos los que superen ese punto de control, es decir los primeros 160 que lleguen a él, podrán subir por esas estrechas y durísimas sendas finales y llevarse la codiciada camiseta negra de finisher de Norseman. El resto de triatletas se desvía a un recorrido distinto para obtener una camiseta blanca pero no podrán cruzar ese arco de meta.

Otro detalle que lo hace aún más épico es la ausencia total de puestos de avituallamiento. Norseman exige que cada triatleta que lleve su propio equipo de apoyo con un coche, comida, bebida y ropa de abrigo.

Este requisito de equipo de apoyo explica el porqué solo 250 atletas comienzan a pesar de la enorme demanda: la pequeña ciudad noruega de Eidfjord  no puede manejar más vehículos y equipos de apoyo.

Quien tiene opciones a participar en el  Zalaris Norseman


Noruega se lleva 88 plazas (el 30 % de la participación) y esto deja menos de 200 dorsales para el resto para el resto del mundo.

En categoría femenina habrá varias triatletas con posibilidades batir el récord de Mette Pettersen Moe del año 2018 con 11 horas 16 minutos y 10 segundos.

La alemana Julia Skala puede ser una de las grandes favoritas tras su cuarto puesto en el Ironman de Lanzarote de este año, mientras que veteranas como Flora Colledge (ganadora de 2023) y Claire Weller (subcampeona de 2024) también apuntan a realizar una gran prueba.

En chicos, la atención se centrará en dos veteranos noruegos: Kristian Grue (segundo en 2021 y 2022) y Hans Christian Tungesvik (ganador de 2019).

Carolina Laurentiu, una española entre las elegidas


 La triatleta de Castilla ha sido una de las seleccionadas con la que ya hablamos en nuestro podcast Triatlón en Vena y, más allá del reto deportivo Laurentiu ha dado un giro solidario a su participación sumando aportaciones en la lucha contra el cáncer, una enfermedad que vivió de cerca nuestra embajadora y que le ha servido de motivación a la par que ha sumado, por ahora, más de 1000€ en donaciones a la causa.

Puedes realizar la tuya y aportar tu granito de arena en el siguiente enlace :

NORSEMAN CONTRA EL CANCER