La mejora de la carrera a pie de la británica le abre la puerta a optar al podio de forma habitual en el circuito T100.
Hay planes grandilocuentes que se anuncian a bombo y platillo y huelen a combustible y neumático, hay otros que se fraguan en ‘monasterios’ sin paredes, pero con una profesora brillante, a la par que testaruda como lo ha sido Jessica Learmonth en este primer tercio del circuito T100. Hasta que no ha subido al podio no ha parado o, mejor dicho, no sabemos lo que vendrá tras él. La clave, una confianza en si misma y en su plan, el mismo carrera tras carrera hasta dar con la tecla.
Desde luego, ella no era ya de inicio una desconocida o una cualquiera, en su haber tiene la medalla de oro de los Juegos Olímpicos de Tokio en el relevo mixto o el subcampeonato de las Series Mundiales de 2019, sin embargo, lo era en la media distancia donde apenas contaba con tres experiencias antes de 2025 y un contrato “Hot-Shot” firmado gracias a su trayectoria pasada. Su rendimiento era una incógnita a ojos de terceros.
UN ESTRENO PARA OLVIDAR
Learmonth acudió a T100 en Singapur como una ‘tapada’, pasó desapercibida en la startlist donde el peso recayó en Lucy Charles-Barclay, Julie Derron o Marta Sánchez, pero tan pronto se dio el bocinazo de salida arrancó su “plan”. A diferencia de Fernando Alonso, el suyo no tenía el objetivo de sumar un Campeonato del Mundo y al contrario que la banda de la Casa de Papel, no buscaba perpetrar un robo, sino hacerse con un podio merecidamente.
Su inicio fue digno de Flash, con una natación de la que salió líder y una bicicleta que prolongó su primera posición. Pero como sucedía en la serie, no estaba sola, sino que en su mente siempre estuvo rodearse de la compinche perfecta para llevar a cabo sus propósitos en cada situación. En el caso de la cita asiática, la señalada fue su compatriota Kate Waugh con quien hasta la T2 parecía ejecutar un ‘robo’ digno de la mejor ladrona de guante blanco. Sin embargo, el ‘Plan T100 Singapur’ falló estrepitosamente tras ese punto.
Si a ‘Berlín’ la traición de sus seres querido le llevó a la ‘trena’, a Learmonth la responsable de ello fue su carrera a pie. Del liderato a la decimoquinta posición en apenas 18K. Nada más y nada menos que +26’29” separaron su crono (1:37:06) del de Waugh (1:10:37), ganadora y mejor atleta del día; y +22’37” con el de Charles-Barclay (1:14:29) que cerró el podio aquel día.
EL GIRO DE GUION INESPERADO
Al cruzar la meta, su estrategia pareció en perspectiva suicida. Como si estuviese diseñada sobre una arrancada de caballo andaluz y parada de burro que diría el refranero español, o nunca hubiese definido o tenido en cuenta todas las variables que competían al tercer segmento.
Un diagnóstico, cambiaría por completo esa percepción. Días después de aquella carrera Learmonth confesaba que sufría un desgarro de grado 2C en el tendón central del sóleo. Es una lesión que calificó de “complicada”. Y aquel 15º puesto cobraba más sentido.
EL PLAN TOMÓ FORMA EN T100 SAN FRANCISCO
Casi dos meses después, ‘Plan Singapur’ dejó paso al ‘Plan Alcatraz / T100 San Francisco’. Irónicamente, en la aclamada ficción también existió tal plan. Nuevo lugar, nueva oportunidad aunque condicionada por su lesión. No parecía el mejor escenario, presagiaba un retiro como el de Alonso en GP Estados Unidos 2021 debido a un fallo en su alerón trasero y más cuando la propia Learmonth comentaba que era “arriesgado ponerse en la línea de salida”.
Pero las cábalas están para romperse y, sobre todo, sorprender y eso es lo que hizo la británica, aunque para ello tuviese que ponerse en la línea de fuego como Nairobi y Tokio en su momento. Quizá por eso mismo, no hay mayor forma de dejar al resto pasmados que repetir con aquello que no funcionó en su día: Nadar fuerte y delante, rodar todavía más potente siguiendo de cerca a una ciclista como Taylor Knibb y a Julie Derron como si al estar subida en esa bicicleta dentro de ese TOP3 le salvase de una muerte figural que al mismo tiempo parecía esperar como buscar, como una kamizake que sabe su destino.

En cambio, Alcatraz le tenía preparada una ‘fuga’ que, si bien no salía indemne, le dejaba viva y con capacidad de respuesta. Porque sí, su carrera a pie fue aparente y superficialmente calamitosa, para ser exactos la 19 de 21 solo mejor que la de Lisa Becharas y Katharina Krüger.
LOS PRIMEROS SIGNOS DE LEARMONTH
No obstante, y pese a ello, acabó séptima y hubo un gran avance en sus registros. Corrió en 1:16:22 y su ‘debe’ con la vencedora Julie Derron fue de +9’45” (1:06:37); de +8’20” con Kate Waugh (1:08:02) la tercera clasificada; mientras que este fue de +10’34” con Daniela Kleiser, la más veloz con las zapatillas puestas. Había reducido más de un 50% su pérdida respecto a Singapur en un evento californiano que fue más rápido que el del país asiático. Un win-win de Learmonth tanto posicional como en su carrera a pie.
El ‘Plan Alcatraz / T100 San Francisco’ no era ofensivo, sino “conservador” y como ella misma declaró toda una “Misión cumplida”. “Terminar séptima es más de lo que podía esperar y estoy muy contenta de haber terminado de una pieza” comentó en redes. Especialmente porque llevaba semanas casi sin poder salir a correr.
EL ORO DE BRONCE DE T100 VANCOUVER
Viva. Así se había sentido y salido de San Francisco para volar hacia Vancouver. Su tercer ‘plan’ del año estaba en marcha y de nuevo, en modo kamikaze, consciente que su única opción para abrir la bóveda de T100 pasaba por fiarlo todo a la natación y la bicicleta y jugar bien sus cartas en la carrera a pie.

Plan que se cumplió al pie de la letra, tan automáticamente como la configuración previa de los volantes de los monoplazas. Y ahí supo mover cada pieza en su particular tablero de ajedrez.
Se aferró a los pies de la ‘reina’ del agua Charles-Barcaly pero sin derrochar un esfuerzo extra; se asoció con una vieja conocida como Knibb sobre las dos ruedas donde sí fue generosa porque la ganancia que de ahí podía extraer – comenzar a correr segunda y con margen amplio – podía suponer el salvoconducto que separase la fina línea entre el éxito y la miel en los labios aunque tuviera ceder parte de su botín a otra u otras; y en esos 18K que volvían a ser el policía y juez de su sino, dio otro salto de calidad. Pese a que cayó a manos de una torre de la envergadura atlético de Derron, Learmonth finalizó tercera en meta.
CADA VEZ MÁS CERCA Y MÁS RÁPIDA
Su segunda mejora de la carrera a pie fue la llave de su resultado. Aquel día, Learmonth (1:09:27) con el 9º mejor crono del segmento disminuyó a +6’03” su pérdida respecto a Derron (1:03:24, mejor carrera a pie) y a apenas +2’22” con Knibb (1:07:05), triunfadora en Canadá. Su ‘farol’ en la previa había resultado eficaz “No podré mejorar mi forma física corriendo” había enfatizado entonces lanzando un pensamiento. ya fuera este fingido o real.
EL CRECIMIENTO DE LEARMONTH EN NÚMEROS
Así ha sido la evolución de la carrera a pie de Jessica Learmonth en los tres eventos disputados hasta el momento en T100:
EVENTO | J. LEARMONTH | DIF. MEJOR CARRERA A PIE | DIF. GANADORA EVENTO | DIF. TERCERA CLASIFICADA |
T100 SINGAPUR | 1:37:06
(15ª clasificada) |
+26’29”
con Waugh (1:10:37)
|
+26’29”
con Waugh (1:10:37) |
+22’37” con el de Charles-Barclay (1:14:29) |
T100 SAN FRANCISCO | 1:16:22
(7ª clasificada) |
+10’34”
con Kleiser (1:05:48) |
+9’45”
con Derron (1:06:37) |
+8’20”
con Waugh (1:08:02) |
T100 VANCOUVER | 1:09:27
(3ª clasificada) |
+6’03”
con Derron (1:03:24) |
+2’22”
con Knibb (1:07:05) |
– |
El ‘Plan T100 Vancouver’ resultó el definitivo y sintió en sus carnes lo que Alonso vivió en el Gran Premio de Catar de 2021, regresar al podio sin años sin pisarlo tras haberse retirado temporalmente, en el caso de la triatleta entre otras cosas para ser madre. Learmonth sí cumplió con ‘El Plan’ y objetivo inicial a diferencia del ‘Nano’, y ahora ya piensa como la banda del profesor en su siguiente diana, T100 Londres: “Estoy encantado con los progresos y muy ilusionado con el futuro”.
¿Llegará la ‘1’ de Learmonth antes que la ‘33’ de Fernando Alonso?
https://youtu.be/YIWFdpE9_p4?feature=shared