La reducción de las penalizaciones por drafting, la ruptura con una imagen tradicional o los cambios en la bici entre lo más significativo de una larga lista de modificaciones.
Ironman sigue el camino emprendido por World Triathlon recientemente y en una decisión con puntos en común apuesta por renovar sus Reglas Globales de Competición 2025 para IRONMAN e IRONMAN 70.3 Pro Series con unas variaciones que afectan principalmente a las sanciones, nuevas especificaciones sobre el equipamiento, el sistema de hidratación o la participación de terceros en línea de meta. Todas ellas entraron en vigor este mismo 25 de febrero e Ironman Nueva Zelanda será el primer evento que se dispute bajo este reglamento.
LA TARJETA AZUL PENALIZA A LA BAJA
La principal actualización clave se produce en el peso de las infracciones sancionadas con una tarjeta azul. A partir de ahora los triatletas servirán una penalización efectiva de tiempo de 3 minutos en eventos Ironman, mientras que en pruebas Ironman 70.3. será de 2 minutos, para dejar atrás los 5 minutos que eran norma en las últimas temporadas. En cambio, se mantiene intacta la tarjeta amarilla, que seguirá siendo de 60 segundos para IRONMAN y de 30 segundos para IRONMAN 70.3.
En esa línea, los triatletas deberán cumplir cualquier penalización de tiempo recibida en el área de transición en el mismo lugar de la infracción.
MODIFICACIONES EN EL EQUIPAMIENTO CICLISTA
La innovación constante en la aerodinámica y gestión de los elementos que la conforman provoca una alteración en la normativa Ironman sobre los sistemas de hidratación y su capacidad máximo permitida.
De este modo, en los componentes montados en parte delantera (eje de dirección, extensiones del cockpit, tubo de dirección etc.) no se podrá sobrepasar un volumen máximo combinado de 2 litros. Normativa que no afectará a los sistemas de hidratación ubicados dentro o en el triángulo del cuadro. En cuanto a la parte posterior de la bicicleta, únicamente se permitirán 2 botellines de un litro cada uno. Sin olvidar, que los botellines seguirán limitados en cuanto a tamaño, dimensión y ubicación.
Por otra parte, Ironman ha regulado la longitud de las extensiones aerodinámicas del manillar y estas no deben sobrepasar el borde delantero de la rueda delantera.
PROHIBIDO EL MOMENTO MÁS EMOTIVO
La última de las nuevas normas no afecta directamente al transcurso de la competición, ni interfiere en el rendimiento de los triatletas. Toca el aspecto afectivo y es que Ironman ha decidido que nadie pueda entrar en la rampa de llegada o cruzar la línea de meta junto a los participantes, incluidos los niños y mascotas. De hacerlo, su acción terminará en descalificación. La empresa pone fin así a las tradicionales instantáneas entrañables y emotivas de final de la carrera.
OTROS CAMBIOS
Menos llamativos, pero igual de relevantes, son la nueva normativa sobre el uso del doble gorro de natación y/o el gorro de neopreno o el número de handlers permitidos (2) para cada paratriatleta.