Trevor Foley conquista el primer Ironman de su vida mientras que Paco De la Paz sufre la cara más amarga de la élite internacional en Ironman Lake Placid.

Este domingo llegaba el turno de Ironman Lake Placid o uno de los considerados Ironman’s más duros y Trevor Foley ha hecho saltar la banca al romper los registros y pronósticos de tiempo de hasta el más optimista.

AMBERGER SELECCIONA Y MARQUARDT SE POSICIONA EN LA NATACIÓN


A primera hora de la mañana y haciendo gala a su condición como ‘Mirror Lake’ este recibió a los triatletas con aguas nítidas en las que desde los primeros compases la carrera se rompía por completo.

Fue Josh Amberger el que se sumergió con la cristalina idea de imponer un ritmo agresivo. Una actitud que se tradujo en una selección inmediata en la que solo once triatletas – donde también se encontraba Matt Marquardt – resistieron su empuje.

Uno que les llevó a contar en el ecuador del segmento con una ventaja de cuarenta segundos sobre Braden Currie; más de uno sobre Chris Leiferman, Jason Laundry, Thor Bendix y Matt Hanson; más de dos sobre Michael Weiss y un Lionel Sanders que tras una salida terrible había podido remontar algunas posiciones; tres con Joe Skipper y cuatro respecto a Paco De la Paz.

Los segundos 1,9K iban a dibujar un panorama todavía más selectivo y pronunciado. Amberger abandonaba el agua únicamente acompañado por Alex Berggren, Justin Riele, Mattia Ceccarelli y Marquardt. Entre el resto de los favoritos, Currie confirmaba que era el menos perjudicado saliendo a 2’54”. Mientras que Hanson, Laundry, Bendix y Leiferman lo hacían a cinco minutos. Seis perdía Sanders igual que Trevor Foley, más de siete Skipper y De la Paz se iba hasta los diez antes de afrontar su disciplina fetiche, la bicicleta.

MARQUARDT EN COMPLETO ESTADO DE GRACIA


La T1 propiciaba un cambio de protagonista. Marquardt aprovechaba la transición para ponerse en cabeza y dirigirse a un circuito sobre las dos ruedas rompepiernas y una parte final durísima debido a su subida. Además, una fina capa de lluvia que después iba a dar paso al sol, un asfalto mojado y una humedad del 90% esperaba a los triatletas.

MARQUARDT EXPLOTA SU BICI

Sin nadie por delante, Marquardt decidía exprimir los primeros diez kilómetros para granjearse un pequeño colchón cercano al minuto con el cuarteto que había dejado atrás en la T1. Después, y durante los siguientes 50 Kilómetros, el estadounidense fue ampliando su distancia con su inmediato perseguidor, su compatriota Justin Riele hasta llegar a los cuatro minutos. En cambio, el que perdía comba era Amberger que se dejaba seis minutos y era absorbido por el grupo de Laundry, Sanders, Bendix, Leiferman, Foley y Arnaud Guilloux.

SANDERS Y EL INICIO DE SU “COMEBACK”

Porque a las espaldas de Marquardt los favoritos habían comenzado su caza particular. Una en la que pronto Sanders remontaba nada más y nada menos que alrededor de 20 posiciones para dar alcance al quinteto con el que punto de referencia a punto de referencia iba sobrepasando rivales y mantenía la desventaja con la que se había subido a la bicicleta.

Hanson era otro que había tenido que despedirse de su grupo original y en ese punto de la prueba rodaba a once minutos con Skipper, Weiss, Bart Aernouts y Markus Thomschke.

KO DE CURRIE

En el otro lado de la balanza, Braden Currie, a quien unos problemas mecánicos irresolubles le apeaban de la carrera poco antes de que esta alcanzase el primer tercio de bicicleta.

BAILE Y CAMBIOS EN EL ECUADOR DE LA BICI

El ecuador del segmento a pie marcó otro de los puntos de inflexión. Por un lado, Riele tenía que abdicar y sucumbía al tren de siete liderado por Sanders. Sin embargo, la armonía de este iba a saltar por los aires pocos después, cuando no otro que Sanders imprimía un punto más y el grupo se fracturaba en tres.

Por un lado, se llevaba a Foley, Laundry y el propio Riele con él. Por otro, Laundry, Leiferman y Guilloux trataban de limitar sus perdidas a un minuto. Más dificultades pasaba Thor Bendix Madsen. Kilómetros antes, el danés ya había dado muestras de su debilidad y una vez roto el gran grupo era el primero en perder la rueda, por lo que sus esfuerzos se centraron en no desligarse completamente de ellos. Porque por detrás y a algo más de cinco minutos, Hanson y compañía ya peleaba por el TOP10.

EL ATAQUE DE SANDERS

Todo volvía a cambiar cuando a unos 30 kilómetros de la T2 y poco antes de comenzar la subida final, Lionel Sanders se lanzaba una vez más al ataque con el propósito de deshacerse de sus compañeros de viaje y no tanto de atrapar a un Marquardt que volaba a más de siete minutos. No obstante, su objetivo quedaba a medio camino. Sí, se desprendía de Laundry y con +2’44” ponía tierra de por medio con él en la T2. Pero Foley se aferraba a su rueda y se bajaban juntos en la transición. Además, en ese lapso Marquardt les había endosado otro minuto por escaparse a 8’30”.

PACO DE LA PAZ AL SON DEL CIRCUITO


Y ¿Paco De la Paz? El andaluz completaba unos 180 kilómetros marcados por dos dinámicas completamente opuestas marcadas por la inclinación del trazado. El Campeón de España de Larga Distancia se había subido a la bici en cuadragésima posición a once minutos exactos de Marquardt y, si bien su margen con el americano no dejaba de incrementarse, su desventaja con el resto de rivales no dejó de reducirse en la primera mitad. Una progresión que le permitía auparse hasta la vigésimo cuarta posición en el kilómetro 90. Sin embargo, la parte más llana del circuito le hacía caer varias plazas antes de volver a recuperarlas cuando volvía a picar para arriba. Un último tramo que realizaba junto al británico John Thelwell para terminar la bici en esa misma vigésimo cuarta plaza.

DE LA PAZ, KO. PAGA LA NOVATADA INTERNACIONAL


Y ya no hubo más de Paco De la Paz. Su sueño de Kona, su simple disfrute en el Estado de Nueva York finalizaba en la T2. El andaluz no se calzaba las zapatillas y abandonaba el Ironman Lake Placid.

TREVOR FOLEY: EL HOMBRE DE LOS RÉCORDS EN LAKE PLACID


A puertas de la maratón, las preguntas que quedaba en el aire eran ¿Marquardt puede llevarse el triunfo? ¿Sanders vuelve por todo lo alto? o ¿Foley deja a ambos sin nada?

Pues de primeras, Foley decidía emular el movimiento de Marquardt en la T1 y en la T2 se apropiaba de la segunda posición, aventajando en medio minuto a Sanders. Momentos después, se comenzaba a vislumbrar la tónica de los primeros compases de la carrera a pie, con Foley y Sanders con unos ritmos mucho más alegres que el de Marquardt.

LAS ZAPATILLAS DE MARQUARDT

Comportamientos opuestos y una hipotética victoria de Marquardt que según los cálculos se ponía cuesta arriba por si sola. Y como dice la sabiduría popular, las malas noticias no llegan solas. O eso debió pensar el de Ohio cuando justo antes del kilómetro 10 se tenía que parar a atarse los cordones de las zapatillas. Más leña y fuego para Foley y Sanders en su persecución.

CONTROL DE DAÑOS EN LA MEDIA MARATÓN

Sin embargo, parece que la parada no planificada tuvo una parte positiva que quedó patente al paso de la media maratón. En ese punto, Foley se había convertido en la máxima y única amenaza de Marquardt al separarles +4’08”. La diferencia entre los dos estadounidenses se había reducido a la mitad en el ecuador por lo que hacía prever un final ajustado. En cambio, había borrado de su cabeza a Sanders, al que, desde el incidente con los cordones había mantenido a ralla y su renta con él quedaba invariable en el +6’30”.

¡FOLEY ARRASA Y ROMPE LA BARRERA DE LAS 8H!

Al final no hubo ni incertidumbre ni emoción. A falta de 5 kilómetros Trevor Foley atrapaba a Matthew Marquardt, no daba opción a réplica y se marchaba sin mirar atrás. Aunque la prueba tenía preparada una última vuelta de tuerca. Foley sufría problemas físicos en los tres últimos kilómetros que ponían en riesgo su victoria. Marquardt olía sangre a algo más de un minuto, pero Foley resistía y levantaba con esfuerzo la cinta en la línea de meta.

Quizá en ese momento no era consciente, pero no solo acababa de romper el récord del circuito que el año pasado había establecido Joe Skipper en 8:03:46; sino que había reventado el crono al ser el primer triateta en bajar de las 8h en Ironman Lake Placid. Para los libros de historia, su 7:55:23 y el récord del maratón en 2:36:31, el primero en bajar de 2h40min ahí.

De esta forma, Foley se gradúa con éxito en Ironman Lake Placid y se une a la selecta lista de ganadores de una de las pruebas de la franquicia Ironman en full distance. Suma así su triunfo más grande de su carrera en un año perfecto en el que ya se ha alzado con el primer puesto el Ironman 70.3 de Boulder y ha sido tercero en el 70.3 Chattanooga. Además, redondea su actuación con el slot a Kona. Foley ha dejado de ser solo el ‘compañero de fatigas’ de Sanders en sus entrenos.

SANDERS A KONA

Sin más sorpresas, Matthew Marquardt era segundo también por debajo de las 8h (7:57:14) y Lionel Sanders copaba la última plaza del podio (8:05:39). El canadiense no habrá ganado, seguirá su racha de siete años sin un IRONMAN en su mano, pero en su regreso se ha asegurado su slot para el Mundial de Kona.

VICENÇ CASTELLÀ ROZA EL TOP20

A la chita callando y como una hormiga trabajadora, así cerraba Vicenç Castellà una meritoria vigésimo primera posición.

El catalán no tuvo una carrera fácil después de un inicio complicado. La natación le relegaba a la parte trasera de la élite masculina después de perder más de once minutos en ella. Sin embargo, tras el segmento de bicicleta, Castellà ganaba más de una decena de posiciones para situarlo en el TOP30 y su buena carrera a pie le ponía en disposición de seguir progresando en la tabla. Finalmente, firmaba un TOP21 tras pelear hasta los últimos momentos por el TOP20 con Hugo Ruiz – quien le arrebata el puesto – y Connor Ford.