El ciclista eslovaco fue sancionado con 5.000 euros este pasado abril por saltarse el toque de queda impuesto en Mónaco

Los hechos ocurrieron el 25 de abril, cuando la Policía detuvo un coche conducido por Jurag Sagan, hermano del tricampeón y también ciclista profesional. Según cuentan fuentes locales, el sprinter se encontraba borracho y por ello, negó a bajarse del vehículo. El tono fue subiendo hasta el punto en el que Sagan llegó a las manos con un agente.

El corredor del Direct Energies fue denunciado por la policía, por desorden público -hecho que niegan rotundamente el equipo de abogados de Sagan- “Durante varias horas, nuestro cliente permaneció sin abogado. Se le notificaron los hechos dos horas y media después de su detención”. La defensa añade que el comportamiento de Peter se debía a que este temía que fuese trasladado a vacunarse en contra de su voluntad. Sin embargo, el propio equipo del genio eslovaco reconoció que el segundo ciclista mejor pagado del mundo se encontraba ebrio.

Un delito de rebelión le costó a Sagan unos 5.000€, que se suman a otros 1.500 por delito civil, y 100 extras por infractor.

El mismo día en el que fue trasladado a comisaría, Sagan declaró que no recordaba nada, y que se arrepentía totalmente de su comportamiento. Para ampliar sus disculpas, dejó un mensaje en su cuenta de Instagram.

“En cuanto a las noticias aparecidas hoy relacionadas con la noche del 25 de abril, deseo aprovechar esta oportunidad para transmitir mis más sinceras disculpas. Fue una experiencia desagradable que me hizo reflexionar profundamente y sacar valiosas lecciones. Lamento de verdad este incidente, que no volverá a repetirse”.

Es la primera vez que Sagan es sorprendido dando notícias fuera del ámbito deportivo, y menos aún con el alcohol de por medio

Fuente: Marca.es