Nadar y correr sin parar en parejas, con todo el material encima y sin descanso. Cada vez más países apuestan por una modalidad que exige mucha dureza física. Hoy os la descubrimos.
De entrada, SwimRun es una modalidad deportiva que no solo te involucra a ti ya que se disputa siempre por parejas. Eso le añade ese punto de compenetración y trabajo en equipo que a veces no es fácil de conseguir. Por parejas y en plena naturaleza, como suele ser habitual en la mayoría de carreras SwimRun que ya se celebran hoy día.
Así que de momento ya tenemos varios rasgos característicos que hacen de SwimRun una atractiva propuesta. Pero hay más. A diferencia del triatlón, donde una vez los participantes salen del agua para coger la bici ya no volverán a mojarse, en SwimRun los deportistas hacen múltiples transiciones, entrando y saliendo del agua varias veces.
ÖtillÖ, el verdadero origen de todo
¿Dónde empieza el movimiento SwimRun? Lo hace en Suecia en 2002 con la idea de cuatro chicos que se plantearon atravesar el archipiélago de Estocolmo, nada más y nada menos que 75 kilómetros. Pero fue en 2006 cuando dos aventureros contrastados como Michael Lemmel y Mats Skott crearon la primera carrera profesional.
ÖtillÖ es el nombre de esta primera carrera pionera que, gracias a su iniciativa, también fue la encargada de crear las SwimRun World Series, un circuito mundial de prestigio que ampliaba este deporte por todo el mundo.
Con pruebas en Suiza, Reino Unido y Alemania (entre otros países), la prueba sueca de ÖtillÖ acoge la cita final, el Campeonato del Mundo.
SwimRun ya ha llegado a casa, concretamente a Catalunya donde el pasado 17 de abril se celebró la SwimRun Costa Brava.

Aspectos a tener en cuenta
Si estás decidido a probar esta nueva modalidad, antes presta atención a varias cuestiones que son importantes:
- Como hemos comentado, necesitarás un compañero/a con quien compartir kilómetros. Eso implica compenetración y a poder ser tener unas habilidades parecidas tanto en natación como en carrera a pie.
- El reglamento SwimRun especifica que los dos miembros del equipo tienen que permanecer juntos en todo momento y no pueden superar los 10 metros de distancia entre uno y otro. De hecho, en muchas se puede correr atado (con cable elástico y correas).
- Es importante escoger bien la distancia, ya que siendo una nueva modalidad se nos puede hacer demasiado largo y duro. De hecho, desde que se ha popularizado se celebran cada vez más pruebas de corta distancia para principiantes. Las distancias originales y más frecuentes son, como veremos, muy duras.
- Algunas marcas ya están haciendo prendas específicas para SwimRun. Trajes de neopreno con paneles elásticos que permiten correr con libertad de movimiento y una cremallera frontal para facilitar la transpiración.
- Además, en muchas pruebas se permite utilizar accesorios que nos faciliten el trabajo, como palas en el agua. Eso sí, después todo esto lo tenemos que llevar encima mientras corremos.
- Y otra pregunta que muchos os haréis. ¿Con qué corremos? Pues con unas zapatillas normales. Zapatillas que deben llevarse encima toda la prueba, de modo que la mayoría de participantes las llevan puestas cuando nadan. Hay que intentar buscar un modelo que absorbe el agua lo mejor posible.
¿De qué distancias hablamos?
Llegados a este punto, muchos querréis que pongamos cifras encima de la mesa. Como comentábamos, las distancias que se ofrecen son cada vez más diferentes y se está ampliando la oferta. Si tomamos como ejemplo la citada SwimRun Costa Brava, la más exigente es la distancia Ultra, de L’Escala a Platja d’Aro (Girona). Aquí lo tenéis:
Distancia total: 76, 159 km
- De natación: 10,250 km
- De carrera a pie: 65,909 km
Tramo de natación más largo: 1,700 km
Tramo de carrera a pie más largo: 8,600 km
Desnivel positivo de carrera a pie: 2.518 metros
Total de tramos de natación: 33
Total avituallamientos: 10
Tiempo máximo: 14 horas
Podéis ver las otras distancias de la prueba, aparentemente algo más humanas, en este enlace.
¿Qué, alguien en la sala se atreve?









