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El caso Amstrong arrastra ya varios meses de titulares y ha inundado de comentarios el mundo de las redes sociales. Tod@s nos hemos permitido emitir un juicio de valores al respecto aunque el único válido de ellos es el que finalmente ha dictaminado la UCI.
Lance Amstrong ha sido desposeido de todos y cada uno de sus siete títulos de “Le tour” y aquella imágen que le hizo leyenda contándo esas victorias con los dedos de las manos en una triunfal llegada en los Parques Eliseos, ahora es un icono de la mentira para mucho.
Si atendemos a la prensa especializada y a los protagonistas que envuelven el mundo del ciclismo parece evidente que Lance fue un héroe artificial o una mentira pero aún son muchísimos las muestras de apoyo que el norte-americano recibe en las redes. Y es que, destronar una leyenda no es tarea fácil.
Por poner una similitud fácil y recurrente nos ponemos en boca la figura de Diego Armando Maradona. Salpicado por un historial de drogas y violencia que aparentemente debía condenarle a las mazmorras del olvido pero que sigue siendo un ídolo para muchos argentinos y aficionados al fútbol en todo el mundo. No comparo a estos individuos si no las maneras de entenderlos…
Amstrong al igual que el “10” no dejará indiferente a nadie y su leyenda no permitirá cerrar el círculo de lo moral o lo épico. Pueden aparecer otras tantas pruebas que condenen la figura del norte-americano pero la retirada de sus gestas en Le Tour no le resta de ser uno de los protagonistas de una generación de aficionados al deporte que no quieren creer lo que sucede en el entorno de Lance.
Personalmente, me cuesta posicionarme ya que fui uno de aquellos que sin ser un gran seguidor del deporte de los pedales, me emocioné cuando un tipo que había superado un cáncer era capaz de revalidar un título tan codiciado como difícil en tierras francesas. Las pruebas parecen concluyentes y , a falta de saber si habrá un último y desesperado recurso, todo señala a la culpabilidad del de Texas pero…no habría sido bonito que todo esto fuera mentira y que la leyenda fuera leyenda….pero como dijo Calderón de la Barca, que toda la vida es sueño,y los sueños, sueños son..