Todos hemos entrenado alguna vez pendientes del reloj, del ritmo, de las pulsaciones. ¿Pero qué te parece si dejas los números a un lado por un día y haces caso a tu cuerpo?

Tanto si somos de sufrir mucho en los entrenos como si nos lo tomamos de forma más relajada, la tecnología siempre esta por medio. Sin embargo, hay ventajas en dejar de lado estos pequeños aparatos en casa y salir a entrenar por sensaciones.

Primera ventaja: Tú decides

Los atletas pueden llegar a quedar abducidos por la tecnología. Para muchos atletas aficionados a la tecnología, una batería baja puede hacer que no acaben su entrenamiento. Pero entrenar por sensaciones es útil y puede animar a los atletas a conocerse mejor a sí mismos. Necesitamos escuchar a nuestro cuerpo, además de seguir sus datos. Si no estamos funcionando a toda máquina, entonces puede que sea mejor posponer o adaptar el entrenamiento. A veces es agradable salir a rodar sin tener que comprobar constantemente el reloj.

Segunda ventaja: Todo el mundo puede hacerlo

Entrenar por sensaciones es aconsejable para todo tipo de atletas, desde principiantes a élite. De hecho, puede que sea la forma más adecuada de entrenar para un debutante. Para muchos, la tecnología no es algo que les interese y muchas veces el precio es desorbitado, casi prohibitivo.

Hablando de entrenar por sensaciones, hay una escala de referencia que podemos utilizar, la llamada Escala de Percepción del Esfuerzo (RPE). Una escala lineal donde el mínimo 6 es “sin esfuerzo” y el máximo 20 es esfuerzo máximo. El 6 equivale a una frecuencia cardíaca en reposo de 60. Algunos atletas prefieren la escala abreviada de 1-10, siendo 5 el esfuerzo de calentamiento y 10 el esfuerzo máximo. Es importante que el atleta entienda que cada uno de estos números equivale a las “sensaciones” que tienen durante el entrenamiento. El reto es escuchar el cuerpo, interpretar las señales que está enviando, y confiar en los instintos.

Tercera ventaja: Puede prevenirte de lesiones

El entrenamiento por sensaciones requiere que el atleta tenga un mejor conocimiento de cuánto esfuerzo está poniendo en el ejercicio. Por lo tanto, motiva a los atletas a estar en sintonía con su cuerpo y a estar pendientes de las señales que manda. Una de las grandes utilidades que tiene el sistema es la posibilidad de adelantarse a las lesiones o dolencias leves, y parar o ajustar el entrenamiento.

Cuarta ventaja: Se combina con la tecnología

Conocer tus datos es una herramienta muy valiosa para entrenar de forma eficiente, pero no es la única. Los atletas pueden llegar a ser demasiado dependientes de la tecnología y un mal funcionamiento de esta les puede llevar a arruinar una carrera, sobre todo si no tienen los conocimientos necesarios para utilizar un método alternativo.

Sin embargo, la combinación de la tecnología con el entrenamiento por sensaciones seguramente hará que el atleta no tenga los datos tan precisos de sus entrenamientos, pero no es lo esencial. En un mundo ideal, los atletas entrenarían por sensaciones sin dejar de utilizar la tecnología.

Fuente: Sandra Barden, entrenadora certificada de Ironman de Reino Unido

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