La historia de Rafa Lao es la de un sueño que se escapa cuando ya lo has conseguido. La historia de una decisión ante la que no se puede recurrir. Y la de muchas horas de entrenamiento y dedicación que se quedan en eso. En horas entrenando. El almeriense Rafa Lao finalizó el Ironman Francia disputado en Niza en la decimoséptima posición y tercero en su grupo de edad. Un brillante resultado teniendo en cuenta que en Niza compiten más de 3.000 triatletas. Rafa cruzó la meta francesa y ya tenía otra en mente. Con su resultado había conseguido la clasificación para la meca, para el Ironman de Hawái. Su nombre aparecía en las clasificaciónes pero un día después el sueño se esfumó. La decisión de una jueza del Ironman de Niza de descalificarle le dejaba fuera de Kona. “El lunes fue un día muy jodido. Después de la alegría del domingo… Hoy ya estoy mejor” explica Lao para Triatletas en Red.

El domingo de carrera acabó con alegría. Rafa Lao había conseguido lo que llevaba meses buscando: la clasificación para Kona. “Me acosté con esa clasificación en la mano, y me levanto alegre por mi plaza para Kona. Pero de repente veo que no salgo a la mañana siguiente. No entendía nada” afirma Lao, que cruzó la meta en decimoséptima posición masculina. “Detrás hay mucho trabajo, y sobre todo, mucha ilusión“.

Tras nadar los 3,8 kilómetros en la Costa Azul, Rafa Lao se subió a la bicicleta para seguir peleando por la plaza para Kona. Una vez acabado el Col de l’Ecre, el puerto más duro del Ironman de Niza situado en el kiómetro 70, llegaba el momento de avituallarse. La organización dispone a los participantes de un espacio para avituallarse y otro para dejar los restos de barritas o los bidones que ya no sirven. “Una vez cambié de bidón, lo lancé a los pies del voluntario que estaba ahí. Nosotros por la mañana a la organización le damos una bolsa con las necesidades que tenemos para el avituallamiento especial y ahí colocamos nuestros bidones y lo que nos haga falta” explica para Triatletas en Red. “En cada avituallamiento de las pruebas de media y larga distancia hay una zona eco habilitada para tirar bidones y no dañar el medio ambiente. Y yo se lo tiro a los pies del voluntario“.

La sorpresa le llega cuando pasado el avituallamiento a quinientos metros se le acerca una moto con una juez de la prueba. “Ya estaba bajando el puerto a ritmo y sin decirme nada claro, me reprochó algo en francés. Yo le pregunté si habbía cometido alguna infracción o si tenía que cumplir alguna sanción” comenta Lao. Pero la respuesta de la juez se hizo esperar. “Antes de seguir bajando a ritmo, le pregunto si estoy descalificado, amonestado o tengo que cumplir un penalty box. Su respuesta, al cabo de unos segundos es: ‘Go, Go, Go’ en inglés“.

Vista la situación en la que no me ha confirmado que haya penalización sigo pedaleando. Me quedan más de 100 kilómetros para llegar a la transición“. Rafa Lao comenta la situación a toro pasado con cierta resignación. “Si yo hubiera pensado que me han descalificado, cómo cojones sigo dandolo todo hasta acabar los 180 kilómetros de bicicleta y salgo en la maratón a poco más de 4min/km” explica ya desde casa y sin la clasificación para Hawái. “No soy un gran corredor. ¿Estaría corriendo si me hubieran descalificado? No, estaría tomándome una hamburguesa con mi novia y mi familia” cuenta Rafa.

Soy el primero que entiende que hay unas reglas para todos, pero por otro lado pienso que hay formas y formas de hacer las cosas” explica tras empezar a asimilar que le han quitado un sueño al que ha dedicado horas y horas. Rafa Lao cruza la meta en el top20 del Ironman de Niza y con la clasificación en su mano. Todo son alegrías. Hasta que al día siguiente le confirman lo peor. “Hablamos con el director de carrera y le explicamos todo, pero nos respondió con una frialdad y de forma tan desagradable. Ni siquiera se molestaron en buscar a la juez. Los siguientes eran franceses… Ya te da por malpensar. Y además, el GGEE que iba detrás mío no se clasificaba a pesar de que me hubieran sancionado con cinco minutos” explica. “Todos los envoltorios me los iba metiendo en el culotte, aunque me vean o no. No es por normativa, es por principios. Incluso al acabar un masaje me salió un envoltorio de una barrita del tritraje… La norma es la norma, pero todo es interpretable. El espíritu de la norma es no contaminar. Y en ningún momento quise hacerlo” concluye.

Soy abogado, no profesional del triatlón, y te tiras los dos meses últimos casi como un monje entrenando. Todo el cariño, la ilusión y con una decisión unilateral te vas a casa sin la plaza para Kona. Es muy duro“.

Foto: Facebook

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí